“La maternidad debería ser siempre una decisión consciente, amorosa y por lo tanto voluntaria.” Marta Alanís
En octubre del año 2019 como Red Ecuatoriana de Fe expresamos que: “consideramos que la violación es un crimen atroz que vulnera la dignidad y derechos de quienes han sido víctimas y que es nuestro deber como comunidades religiosas, el acompañar con una escucha abierta, empática y sin juicios morales, sus realidades y decisiones informadas en base a su libertad de conciencia.”
Esta premisa continúa acompañando nuestro trabajo y compromiso de fe. Una mujer, niña o adolescente víctima de violación ha sido vulnerada, como sociedad y Estado hemos fallado en su protección.
Cuando una niña, adolescente o mujer es víctima de violación y decide abortar, el Estado debe brindarle el acceso oportuno a un servicio seguro de interrupción del embarazo. No deben imponerse requisitos legales que generen obstáculos en el acceso a un servicio médico, que perjudiquen la salud y dignidad de las sobrevivientes de violación.
Desde el punto de vista bíblico, no hay ningún argumento válido para no acompañar a quienes toman esta decisión y además precautelar que sus derechos sean garantizados y reparados. Muchas tradiciones religiosas reconocen y apoyan el derecho moral de cada mujer a tomar sus propias decisiones sobre su cuerpo y embarazo de acuerdo con su fe y conciencia. Además sabemos que muchas de las mujeres, niñas, hombres trans y personas no binarias que deciden abortar profesan alguna fe y es nuestro deber y responsabilidad de fe cristiana el acompañar durante este proceso sin juzgar o rechazar su decisión.
La compasión no tiene plazos; nuestra fe está para acompañar a quien lo necesita.
Desde nuestra espiritualidad consideramos que privar a las personas de los recursos que podrían sanar sus cuerpos va en contra de las formas en que Jesucristo mismo nos mostró que los cuerpos merecen ternura, curación y cuidado. Inspiradas e inspirados por Juan 10:10, nos comprometemos a acompañar y apoyar a las mujeres, adolescentes y niñas con compasión solidaria para que se garanticen las condiciones de una vida digna, plena y en abundancia.
Apoyamos una ley justa y reparadora de interrupción voluntaria del embarazo en casos de violación, que ponga en el centro las realidades que viven las niñas, adolescentes y mujeres que han sido víctimas y son sobrevivientes de violencia sexual.
Que nuestras creencias nos vuelvan más empáticas, porque la deuda es con las víctimas y sobrevivientes de violación, con sus proyectos de vida para no condenarlas a embarazos y maternidades que no consintieron ni desearon.
Por Lucía, por Norma, por Rosa, por Diana, por Ximena y por todas cuyos nombres no caben en un solo comunicado.
#AbortoPorViolación
#AsambleaHazHistoria
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